En esta clase del curso CCNA 200-301 dejamos atrás a IPv4 y nos metemos al mundo de IPv6, el protocolo que garantiza que Internet siga creciendo sin problemas. Durante décadas, IPv4 fue utilizado en la conectividad global; cuando fue creado en la década de los 80s, parecía imposible que sus 32 bits y sus 4.294.967.296 de direcciones IP únicas se agotaran. Sin embargo, el crecimiento exponencial de dispositivos conectados a Internet (computadoras, teléfonos IP, IoT, servidores, etc.) provoco que estas direcciones se consumieran rápidamente. Organismos como APNIC, RIPE NCC, LACNIC, ARIN y AFRINIC encargados de administrar los bloques de direcciones IPv4, ya han llegado, o están a punto de llegar a su límite de asignación. Por esto es que surgió la pregunta: ¿cómo conectaremos los nuevos dispositivos a Internet si ya no existen direcciones públicas disponibles? La respuesta es IPv6, y en esta clase de introducción aprenderemos cómo funciona y por qué es imprescindible.
IPv6 utiliza direcciones de 128 bits, organizadas en ocho grupos de cuatro dígitos hexadecimales (hextetos) separados por dos puntos (:). Por ejemplo:
2001:0db8:0000:0000:0000:ff00:0042:8329
Esta estructura es capaz de generar una cantidad de direcciones tan descomunal que hay comparaciones que parecen ciencia ficción: millones de millones de direcciones IPv6 por cada grano de arena del planeta. En esta sección aprenderemos:
Las direcciones IPv6 como lo pudieron apreciar pueden resultar largas y difíciles de manejar. Por eso existen reglas de abreviación que facilitan su uso sin perder información. Con estas reglas una dirección como esta:
2001:0db8:0000:0000:0000:ff00:0042:8329
se convierta en esta:
2001:db8::ff00:42:8329
Ambas representan la misma dirección, pero la segunda es más práctica para escribir y configurar.
Y como siempre, desarrollaremos varios ejercicios que para abreviar direcciones IPv6, y para convertir entre formatos binario, decimal y hexadecimal. ¿Qué esperas? ¡Suscríbete!